lunes, 8 de octubre de 2012

Reportaje a Graziella Pittaluga - escritora y periodista

Cuando llegar a la meta no siempre es el destino final

La tarde gris y lluviosa me llevo de la mano a una de las más tranquilas calles del barrio de los pocitos. Me recibió un ambiente cálido y acogedor, pintado de arte y libros hasta donde fuera que la mirada quisiera escapar, el clásico aroma a papel y tinta casi se podía oler. Un té tan dulce como las manos que lo prepararon, una mirada bohemia con actitud descontracturada y una historia de vida tan rica hicieron que el reloj pareciera haber acelerado su paso más de lo usual.

Fanática de Borges, amante de la pintura y las artes, periodista de alma y alma de periodista, Graziella Pittaluga nace un 14 de marzo en Montevideo, en el hogar de Mario Pittaluga y María Helena Camacho, el gran amor de su vida. La más joven y única mujer de 5 hermanos, habiendo heredado el talento de su padre, escribe su primer poema a los 5 años provocando gran sorpresa en su maestra que no lograba comprender cómo una niña a tan tierna edad podría haber escrito tales palabras.

Pocos años más tarde y con tan solo 11 años de edad ingresa al Liceo Zorrilla, institución en la cual comienza a desarrollar aún más sus aptitudes periodísticas fundando el periódico estudiantil AEZ. Más tarde, a los 14 años por propia iniciativa y la audacia que la caracteriza, comienza a trabajar en el diario “El debate” donde se ve apremiada a aprender a escribir a máquina para poder entregar sus notas sin que fueran rechazadas por el jefe de redacción. Mismo diario en el cuál trabajara por 25 años llegando a ser la primer jefe de redacción mujer. Trabajó también en los diarios Opinar, Ultimas Noticias, La república y La mañana. Durante muchos años desarrolló su labor periodística en varios medios a la vez. Formó parte además, del equipo de las 3 revistas más importantes de Sudamérica como lo son Visión, de contenido básicamente político, Vosotras, revista especializada para mujeres y Cruzeiro, primer revista ilustrada brasileña.

Asumiendo los riesgos que conlleva la profesión y por su notable amor al periodismo accedió a concurrir como corresponsal en la guerra de los 7 días, la Colomboperuana y más tarde en Las Malvinas.

A los 20 años conoce a Mario Cuniolo, quién más tarde sería su primer esposo, tras haber escrito una dura crítica sobre él; en palabras de Graziella, “todo pasa por una razón”. Es con Mario con quien tiene sus tres amados hijos, Graciella, Andrea y Mario quienes también heredaran su gusto por el arte y las letras.

Durante su docencia en UTU por12 años, fue la primer y única profesora en dictar clases al aire libre haciendo de la plaza de Cagancha su aula durante todo un año bajo la mirada de su antecesora, Rosa Pittaluga, esposa del artista José Livi y modelo de la escultura que adorna desde el año 1867, la columna de la paz al centro de la emblemática plaza.

Su primer libro publicado se tituló “Nada importante”, el cual pensó sería el primero y último, pero la realidad lo llevó a que fuera solamente el primero de una serie de 18 libros publicados al día de hoy.

Incursiona también en teatro donde escribe varias obras comenzando por “Nostalgeses” junto a César Charlone. Pero la obra con la que más se identificó fue “Montevideo, que tango te veo” con la actuación de Tabaré Cardozo quien daba allí sus primeros pasos en el teatro. Obra que estuvo en cartel por 3 años seguidos obteniendo un Florencio en el año 1998. Desde entonces y hasta hoy, incansable en su labor periodística y amor a las letras, continúa escribiendo, pronta a publicar su nuevo libro y nueva obra teatral cuyo nombre aún es un misterio que en breve será develado.

El sol que ya para entonces asomaba apenas incipiente, me acompaño de regreso a casa junto con la frase que comienza su último libro “Cuentos, sin cuento”: “Si no se tiene el coraje de vivir como se piensa, se termina pensando como se vive”

2 comentarios:

  1. Que persona divina te quiero Graciela fui tu asistente de direccion en tu obra ""Montevideo que tango te quiero """

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  2. Excelente persona y profesora. Estudié periodismo con ella, fue una gran mentora. Besos grandes Andrea Moreira

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